Francesco Stifano: un adiós político tras la peor campaña del Caracas desde 1986

«Negro, me está pasando esto». Aquella fue la frase con la cual Francesco Stifano le pedía consejo a Noel Sanvicente a través de una llamada antes de aceptar el cargo de director técnico del Caracas FC. Tras aquella conversación Francesco aceptó tomar las riendas del equipo, pero esa ilusión acabó en desilusión. 

Francesco Stifano fue destituido este lunes como entrenador del Caracas FC a su regreso a la capital, de manera tan furtiva —por el escueto comunicado— como previsible —por los resultados—, después de que el equipo Rojo perdiera en el Hermanos Ghersi contra el Aragua -colista del campeonato- en el último partido de la fase regular de la LigaFUTVE.

La directiva se remitió a un comunicado en el que no se precisa el sustituto del técnico, que asumió el cargo diciembre en sustitución de Noel Sanvicente. De allí, que Stifano al recibir la llamada de la directiva del Caracas buscará en Noel algún consejo. 

Pero 266 días después, la trayectoria de Stifano como entrenador avileño ha sido muy distinta a la que se esperaba. La degeneración aspiracional del Caracas esta temporada no tuvo fin.

De ganar jugando con la idea instaurada de Noel Sanvicente se pasó a ganar sin más, con pinceladas de brillantez puntuales y algún padrenuestro a escondidas. Luego llegó el siempre terrible “no se puede perder así”, que esconde una trampa en origen, pues te permite perder de cualquier otra forma o, al menos, de una muy determinada.

Con el retorno de Juan Pablo Añor se intentó dar un sacudón:  tocaba jugar bien, ajustado a derecho, y la derrota tendría consecuencias. Pero ni una cosa ni la otra, así que el equipo se encontraba ahora mismo en el mínimo exigible de historia:  llegar a Sudamericana. De todas las expresiones políticas que vertebran al Caracas desde su nacimiento, la falta de coraje es la única que no parece tener cabida en su seno…

Falta por conocer la intrahistoria, los motivos, incluso aquellos que le llevaron a mantener una apuesta que no se mantenía ni en resultados ni en juego.


Stifano se marcha políticamente, pero con un registro paupérrimo para un entrenador del Caracas FC: 35 partidos; 9 victorias; 15 empates; 12 derrotas. Además, se va con un balance negativo en goles: 38 anotados y 44 encajados.

El promedio de puntos, uno de los más bajos de la historia del Caracas desde 1986, según datos de David de Pasquale. Un temporada para el olvido. 


Con ese panorama las razones del despido no son difíciles de imaginar: un equipo manifiestamente impropio para lo que se espera del club más laureado de venezolano y ver a un entrenador desbordado por la realidad con una afición a punto de entrar en combustión tras cada derrota, mientras ven a su exentrenador acabar primero del campeonato con el Zamora. 

Ahora sería bueno preguntarse si el Caracas hará como Stifano al verse sin entrenador y usar su propia frase: «Negro, me está pasando esto».


Source: Meridiano